Cuenta la leyenda que en un país muy cercano, en nuestra comunidad Andalucía se encuentra nuestro pueblo, Écija, había un cole muy bonito pero que llevaba un tiempo que se encontraba muy triste y gris...
Gris
porque los niños que a él acudían no querían estudiar. Sólo les
interesaba chinchar a los demás, pelear, jugar… cualquier cosa
menos trabajar y estudiar. Sus maestros lo habían intentado todo lo
habido y por haber. Pintaron de rojo por aquí, azul por allá,
amarillo por arriba, verde por abajo, naranja por un lado y tantos
mas colores por el otro…
Con
la tierra y el compost comprado y mezclado, los niños y niñas se
implicaron en el arado y la tierra en surcos prepararon.
Y
cada una de las pinturas usadas, a los niños del cole les gustaba y
alegraba, pero… de todo pronto éstos se cansaban y volvían a las
andadas. Ningún maestro en su empeño jamás cesó y todos y cada
uno de ellos cada poco tiempo buscó para que sus niños con ellos
investigaran y nuevos y mas bonitos colores sacaran.
Brochas y
pinturas de diferentes tipos durante años emplearon pero de cada
cosa nueva pronto se aburrían y el interés perdían. Sin embargo,
los maestros no se rindieron y en su empeño insistieron. Ellos
querían que sus niños y niñas fueran los que mas supieran y a los
que el resto de colegios de Écija respetaran, porque en su cole no
sólo mucho aprendían, si no que además se divertían. Por eso una
y otra vez intentaban mostrarles lo divertido que es aprender y
nunca nunca se dejaron por el abatimiento vencer. Así es que
pensaban y pensaban cómo sus niños mejoraran y…
- Quizás
ésta sea otra idea genial, dijo “el Capitán”.
- ¡Lo
podemos intentar!, exclamó “el pelotón”.
- Yo
creo que funcionará, si lo sabemos primero nosotros trabajar, dijo
otro popular.
Lo
que no sabemos es cuánto la ilusión les durará, ésta era la
preocupación del claustro en general.
Otra
vez mas, los docentes se llenaron de ilusión al ver que el nuevo
proyecto podría volver a gustarles un montón.
Mucha
ayuda necesitaremos, pues bien ninguno de nosotros sabemos,
esto era lo que los maestros y maestras pensaban...
Y un secreto os
vamos a confesar... un poco de miedo les daba que, de nuevo, este
proyecto tampoco funcionara.
A mucha gente que al cole no pertenecía,
ayuda y colaboración pedirían.
Y cuál fue su sorpresa cuando a
todas las puertas que llamaban, con lo que podían les respondían.
Una pala del ayuntamiento el agujero del huerto nos hizo. Y luego tierra nos trajo para poder comenzar nuestro trabajo.
Después de tanto trabajar toca descansar
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Para una labor tan esencial, a manigeros tuvimos que nombrar |
Una
vez la tierra preparada, procedimos al sembrado, y para eso un amigo
hortelano semillas y matas nos había donado. Hasta su huerta
algunas maestras se acercaron y sobre las semillas y el cultivado
Luis Manuel les ha enseñado.
Lo que del aquel agricultor ellas aprendieron, a sus compañeros y alumnos transmitieron.
Y
en los surcos por ellos creados y con las semillas en las manos de
hortelanos actuaron.
Llegó
la hora de sembrar y podemos destacar...
- Lechugas las planta infantil
- Iceberg
- Autóctonas de Castro del Río.
- Las cebollas las planta primero.
- Las zanahorias y los rábanos las planta segundo.
- Las acelgas de penca blanca las planta tercero.
- Las habas las planta cuarto.
- Las espinacas las planta quinto.
- Las rabanillas variedad torero las planta sexto.
Además
coles blancas, coles lombardas y alcachofas.

Luego
el ayuntamiento nos puso el agua y ya pudieron dejar de regar con
regaderas, que… les cansaba un montón.
Tanto
con el huerto los chavales se entusiasmaron que hasta al delegado de
medio ambiente una carta enviaron.
Y si queréis saber qué mas en este nuevo y alegre cole con su huerto ocurrió en este blog te lo seguiré contando yo...
Gran expectación, nuestro huerto creó en la delegación de Educación, pues hasta la delegada lo visitó con mucha emoción.
ResponderEliminarY el de Medio ambiente, una carta de felicitación con membrete.